El general director de Carabineros, Mario Rozas, descartó renunciar pese a los duros emplazamientos de la oposición y parte de la ciudadanía, los cuales han sido constantes desde el estallido social pero que volvieron a acentuarse luego de que un manifestante de 16 años cayera el viernes al río Mapocho tras ser empujado por un uniformado desde el Puente Pío Nono.
Rozas sostuvo que “se afirma que el joven no cayó, sino que lo botamos. Lo mismo acontenció en el pasado cuando se dijo que en una comisaría en el metro había un centro de tortura, lo mismo aconteció cuando se nos acusó de que habíamos violado a un joven en una comisaría, pero con prudencia dejamos que las instituciones funcionaran y, poco a poco, algunas de estas acusaciones se han ido cayendo”.
En esa línea, manifestó que “constantemente se ha pedido mi renuncia, pero tengo un mandato presidencial que cumplir y que es llevar esta reforma que hoy estamos trabajando”.
“Yo me debo a mis carabineros. Mi deber es continuar hasta cuando su excelencia, el Presidente de la República, así lo estime pertinente”, enfatizó ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara Baja, donde fue emplazado por la diputada Maite Orsini.
“Yo me debo a mis carabineros” y “mi deber es continuar hasta que el Presidente de la República lo estime pertinente”, sostuvo.
