Confirmada la percepción ambiente, un análisis de la U. de Santiago, liderado por el climatólogo Raúl Cordero y Sarah Feron, reveló que la zona central de Chile registró el invierno más lluvioso de la última década. Las precipitaciones en Santiago durante el invierno meteorológico (junio, julio y agosto de 2020) son las más altas desde 2009.
“Las precipitaciones en este invierno meteorológico fueron casi tres veces las registradas en el mismo período de 2019 (185 mm y 66 mm, respectivamente). Ese nivel, aunque deficitario, disminuye el riesgo de racionamientos de agua”, señala Cordero.
Sin embargo, advierte que aún son insuficientes para suplir el déficit de lluvias, agudizado por un otoño extremadamente seco. A la fecha, la zona centro mantiene un déficit de precipitaciones superior al 30%.
De acuerdo a la Dirección Meteorológica (DMC), solo Coyhaique presenta un ligero superávit (algo superior al 10%), detalla el informe.
Las precipitaciones acumuladas en Santiago solían superar a fines de agosto los 250 mm. Esa cantidad se redujo a solo 150 mm durante la última década (2010-2019). “Desafortunadamente, aunque son mejores que las de 2019, las precipitaciones deficitarias durante este invierno disminuyen aún más las probabilidades de que el 2020 rompa la larga sequía que afecta a la zona central”, dice Cordero.
Aunque el acumulado de lluvias continúa siendo deficitario en la zona central, algunas métricas volvieron a rangos normales. En lo que va del año, por ejemplo, Santiago registró tres días con precipitaciones superiores a los 25 mm, cifra cercana al promedio histórico y significativamente superior al registro de la década pasada (2010-2019), en que se registró solo un día con precipitaciones sobre los 25 mm.
Dice que las perspectivas para la primavera y verano no son buenas, pues existe más de 60% de probabilidades de que se desarrolle La Niña, asociada a bajas precipitaciones en la zona central.
Invierno caluroso
El informe también señala que este invierno, buena parte del país mostró temperaturas superiores a los valores promedios, particularmente en la zona centro-sur, donde la temperatura estuvo más de 1°C por sobre los valores normales a la fecha. Solo el extremo sur registró temperaturas bajo valores normales.
Cordero dice que aunque en junio las temperaturas estuvieron bajo el promedio histórico (junio 2020 fue el “junio” más frío en Santiago desde 2007), las temperaturas máximas en invierno en Santiago estuvieron muy por sobre las temperaturas típicas en la segunda mitad del siglo XX.
En temperaturas máximas, el período enero-agosto de 2020 es el segundo más cálido registrado en Santiago, solo por debajo de 2015. La temperatura máxima promedio en este período llegó a los 23,5°C, casi 2°C sobre la máxima promedio a la fecha registrada hasta la década de los 80 (21,5°C).
Cordero dice que ello reafirma la tendencia hacia el calentamiento por efecto del cambio climático. “Cada vez tendremos inviernos más cálidos en la zona central”, predice.
Fuente: La Tercera
