La Selección Chilena sumó una nueva decepción en su camino rumbo al Mundial 2026. Esta vez fue Argentina quien le pasó por encima, con poco esfuerzo, y se llevó la victoria por 1-0 en el Estadio Nacional. El único gol del encuentro lo marcó Julián Álvarez a los 16 minutos, tras una precisa asistencia de Thiago Almada.
Aunque Chile comenzó insinuando con un remate de Alexis Sánchez apenas a los dos minutos, esa fue la única llegada clara en todo el primer tiempo. El resto de la etapa inicial fue un monólogo argentino, con posesión cómoda y superioridad táctica ante una Roja que no supo cómo presionar ni cortar el circuito rival. El equipo de Ricardo Gareca lució perdido, lento e impreciso.
El planteamiento chileno fue errático desde el inicio. Jugadores fuera de posición, desconexión en el medio y una evidente falta de presión facilitaron el dominio de la albiceleste. Arturo Vidal terminó amonestado por una discusión con Rodrigo de Paul y quedó fuera del próximo duelo ante Bolivia. La confusión era total, y ni las indicaciones del DT lograron ordenar al equipo.
Recién en el segundo tiempo, con cambios clave como el ingreso de Javier Altamirano y Fabián Hormazábal, el equipo mostró otra cara. Lucas Cepeda fue el más incisivo, generando tres oportunidades claras, una de ellas al travesaño. Con un esquema más lógico y actitud renovada, Chile empujó, pero no logró romper el cerco defensivo argentino. La presencia de Lionel Messi en la cancha animó el ambiente, pero no cambió el desarrollo general.
La pregunta inevitable es por qué Chile no partió con esa formación y actitud desde el inicio. La Roja volvió a regalar un tiempo completo, y lo pagó caro. Última en la tabla y con un panorama cada vez más sombrío, la selección nacional queda al borde de la eliminación. Una derrota ante Bolivia en la altura de La Paz podría sellar anticipadamente el adiós al Mundial de Norteamérica.