La Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto que pone el fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea en su lugar el sistema de Financiamiento público para la Educación Superior (FES), una de las principales promesas del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.

La idea de legislar en esta línea obtuvo 80 votos a favor, 51 en contra y 6 abstenciones, dando paso a la discusión en particular en Sala, que se mantiene en curso.

El eventual instrumento permitirá cursar estudios en las instituciones que accedan al mecanismo, será con adhesión voluntaria, y no requerirá la acreditación de requisitos socioeconómicos por parte de los estudiantes, ni de puntajes de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES).

Como comprometió el Ejecutivo, la iniciativa establece varios niveles de condonación de la deuda: la inicial está orientada a personas que adscriban a este plan, cuya magnitud se definirá por varios criterios, por ejemplo, si egresó o interrumpió sus estudios; si está al día o en mora, y según el número de cuotas pagadas.

Luego, viene otro nivel de condonación adicional por pago anticipado, y un tercer nivel de condonación mensual progresiva.

Por otro lado, las instituciones podrían cobrar un monto adicional a las y los beneficiarios del 10% de mayores ingresos.

Rechazo de toda la oposición

En la previa, diputados de oposición reafirmaron que no apoyarían esta iniciativa, esgrimiendo una serie de argumentos. Por ejemplo, el RN Diego Schalper respondió al llamado del Mandatario a «votar con la mano en el corazón», señalando que «el problema es que el Presidente Boric nos tiene a todos con un infarto».

«Quiere extender el paro cardiaco de seguridad y salud al mundo de los estudiantes, profesionales y universidades. Basta de ofertones y populismo que en definitiva, se han traducido en promesas falsas que perjudican a la gente», fustigó.

«Vamos a rechazar, y no tenemos ninguna vergüenza en decirlo», apuntó a su vez el republicano Agustín Romero, «porque después, este Gobierno no va a estar para dar la cara, y todos los chilenos van a tener que seguir pagando -como lo hacemos hoy con el Transantiago- para financiar un sistema que está mal pensado, porque afecta la calidad, la investigación, y también va a segregar».

Según el opositor, el FES facilitará la existencia de «universidades donde van a estudiar los hijos de los ricos, y donde van a tener que estudiar el resto de los chilenos».

Matices en el mundo progresista

Desde el oficialismo, la diputada frenteamplista Emilia Schneider subrayó: «El CAE no da para más. Este proyecto es muy esperado por la ciudadanía, sobre todo por todas esas familias de esfuerzo, de la clase media, que han tenido que soportar las consecuencias y abusos de estos créditos, y que han visto cómo el sueño de que sus hijos e hijas ingresen a la educación superior se transforma en una pesadilla».

«Vamos a votar a favor de la idea de legislar, porque es lo que corresponde, pero vamos a votar en contra de gran parte de su articulado», sostuvo en la antesala el DC Ricardo Cifuentes.

De acuerdo con el falangista, tal y como está ahora, el proyecto «afecta directamente la sostenibilidad financiera de muchas instituciones, y en el peor de los casos, nivela hacia abajo. Quita oportunidades y no las agrega, teniendo, además, el peligro de crear universidades para ricos y universidades para pobres».

Fuente: cooperativa.cl