Fue un alevoso crimen que enlutó a todo el sector agropecuario. El asesinato del matrimonio compuesto por Carolina Calleja y Rodrigo González en Graneros, Región de O’Higgins, el cual estaba ligado al ambiente del rodeo, fue analizado por el diputado independiente de la bancada de Republicanos, Harry Jürgensen, quien hace unos días atrás, declaró su preocupación ante la lenta implementación de planes para la seguridad rural.
En conversación con Radio Sago, el parlamentario dijo que esperan que con esto, el Ministerio de Agricultura y todo el especto político, le dé la importancia requerida a la seguridad en los campos del país.
Jürgensen Rundshagen agregó que espera que el ministro de la cartera, Esteban Valenzuela, entregue propuestas concretas en el marco de una reunión al interior de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja, la cual fue fijada con anticipación, pero, tras el crimen en Graneros, le traspasó más presión al Ejecutivo.
Consultado por la propuesta de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, el diputado dijo que esto se podría analizar a futuro, siempre y cuando con anterioridad, el Estado invierta en la seguridad rural y proporcione las herramientas e institucionalidad adecuadas.
Un cobarde asesinato que inevitablemente recuerda el triste episodio del matrimonio Luchsinger-Mackay, ocurrido en enero de 2013, en una zona rural de La Araucanía, dando cuenta de la gravedad que supone para las familias que componen uno de los sectores productivos más importantes del país.