Este viernes 11 de agosto entró en vigencia la actualización de la Ley de Insolvencia

214

Su entrada en vigencia logrará que más personas y empresas de menor tamaño, con problemas de sobreendeudamiento o de solvencia, tengan mayores posibilidades de lograr acuerdos de pago con sus acreedores.

La nueva normativa tiene un enfoque ciudadano, ya que busca disminuir la pérdida social y económica de la sociedad bajo cuatro pilares: la creación de procedimientos simplificados de rápida tramitación y bajos costos de administración para personas, micro y pequeñas empresas; el incentivo al reingreso del deudor al sistema crediticio; la incrementación de tasas de recuperación de créditos; la promoción de reestructuraciones de pasivos y la agilización y facilitación de procedimientos.

El seremi de Economía, Luis Cárdenas, señaló que esta ley constituye un gran avance para la reorganización financiera de las Micro pequeñas y Medianas empresas del país

Por su parte, el Coordinador Regional de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), Fernando Fuentes Spuler explicó que la reforma permite la continuidad de la pequeña y mediana empresa que son las que más presencia tienen en el mercado

Otro de los pilares fundamentales de esta ley, según señaló Fuentes es que se incrementa la tasa de recuperación de los créditos promoviendo las reorganizaciones siempre cuando la empresa sea viable, pero cuando la empresa deja de ser viable el objetivo es disminuir la pérdida económica a través de una reasignación eficiente de los recursos mediante un procedimiento concursal de liquidación.