Tras lograr su detención en Colombia este sábado, Chile inició el proceso de extradición del venezolano Alberto Carlos Mejía, presunto sicario del denominado «Rey de Meiggs», un mecanismo judicial que, aunque es clave para que el delincuente enfrente a la justicia nacional, puede tardar algunos meses en concretarse.
El criminal fue capturado tras un operativo internacional, poniendo fin a semanas de intensa búsqueda que lo llevaron a cruzar varios países antes de ocultarse en Barranquilla, donde fue rastreado por la policía local, Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI) e Interpol.
La aprehensión de Mejía cobra especial relevancia al recordar que el imputado ya había sido formalizado bajo una identidad diferente, pero fue liberado previamente debido a un error aún no aclarado por parte del sistema judicial.
Desde Chile, las autoridades han activado los mecanismos para solicitar la extradición de Mejía, un proceso que, según el ministro de Seguridad, Luis Cordero, «podría tardar algunos meses».
El secretario de Estado señaló que se están cumpliendo todos los pasos formales que exige la ley y la cooperación bilateral, detallando que el proceso se inicia con el requerimiento del Ministerio Público, la autorización de la Corte y el trámite con la Cancillería, destacando la fluidez de estas gestiones en Chile y la activa cooperación con el país cafetalero.
«Nuestras experiencias previas con Colombia han sido de cooperación, tanto en lo jurisdiccional como en materia policial», afirmó Cordero, enfatizando que la detención es fruto de un trabajo cooperativo entre las policías de la región.
Los cuestionamientos en el Congreso
La detención del delincuente ha reavivado el debate sobre la eficacia de las herramientas estatales para combatir el crimen organizado. Desde el Congreso, voces como la del senador Iván Moreira (UDI) y el diputado Jaime Araya (PPD) han hecho un llamado a la acción.
“Estos hechos van a seguir repitiéndose mientras no le ganemos al crimen organizado. Necesitamos un aparato de inteligencia eficaz que prevenga estos hechos y, al mismo tiempo, extraditar a todos estos delincuentes», afirmó Moreira.
En esta línea, el legislador subrayó la amenaza que representan tanto delincuentes colombianos como venezolanos, quienes «lamentablemente en Chile han sembrado el terror».
Por su parte, Araya insistió en la «coordinación fundamental entre las instituciones del Estado», enfatizando que el poder judicial «no puede ser un ente aislado del funcionamiento de las instituciones del Estado para combatir el crimen organizado».
Asimismo, el diputado destacó la importancia de avanzar en el proyecto de ley que levante el secreto bancario, señalando que «es mucho el dinero que se mueve» en estas redes delictivas, lo que evidencia la necesidad de herramientas para rastrear los flujos financieros ilícitos y desmantelar estas estructuras criminales.
Detalles de la captura
Durante su captura, se descubrió que Alberto Carlos Mejía intentó alterar su apariencia física para evitar ser reconocido, incluyendo teñirse el pelo rubio y ocultar sus tatuajes.
A pesar de estos esfuerzos, fue finalmente identificado, y ahora permanece bajo custodia de la Fiscalía Colombiana a la espera de su formalización y el inicio de su proceso de extradición a Chile.