Una vigilancia redoblaba se está ejerciendo en los consultorios y postas rurales de Calbuco ante las consecuencias que pudiese tener entre los consumidores de los salmones que fueron capturados tras la fuga de 42 mil ejemplares ocurrida el 3 de octubre pasado desde un centro de cultivo ubicado en el canal San Antonio.
Así lo confirmó el propio alcalde de la comuna de las Aguas Azules, Marco Silva, quien indicó que por ahora no se han registrado casos por intoxicación u otro tipo de malestares, ante el posible consumo de salmones con residuos de antibióticos y antiparasitarios.
El alcalde calbucano criticó además la pasividad de la autoridad marítima, que dejó que las personas se establecieran en la playa para realizar actos ilícitos de venta de ejemplares capturados, agregando que representantes de la empresa dueña de los salmones fueron sacados del lugar.
En tanto, en el ámbito judicial, la PDI indaga un presunto sabotaje al centro de cultivo, que derivó en la fuga de más de 42 mil salmones en proceso de engorda y que recién en enero de 2026 serían cosechados para su posterior exportación al extranjero.