El administrador municipal de Puerto Montt, Fernando Orellana, salió al paso tras la reciente desvinculación de 36 trabajadores y reconoció que la casa edilicia atraviesa una delicada situación presupuestaria.
Según explicó, el municipio mantiene una de las plantas más abultadas del país, situación que —afirmó— fue heredada de la administración anterior y que obliga hoy a tomar decisiones drásticas para equilibrar las finanzas locales.
Orellana detalló que el actual equipo se ha visto forzado a ejecutar estas medidas para evitar que el déficit presupuestario siga creciendo.
No obstante, desde la Asociación de Funcionarios Municipales insisten en que las recientes contrataciones con altas remuneraciones contradicen el discurso de austeridad.