Según el informe anual de la plataforma internacional GM Monitor, la superficie mundial dedicada a cultivos genéticamente modificados (GM) creció un 1,9 % en 2024, alcanzando un nuevo máximo histórico de 209,8 millones de hectáreas, representando más del 12% de la superficie arable del planeta.

La expansión global de los cultivos genéticamente modificados, popularmente conocidos como transgénicos, refleja un aumento constante en la adopción de la biotecnología agrícola, impulsada por mejoras en los cultivos y mayor aceptación regulatoria. Sudamérica fue la región con mayor crecimiento (+3,5 %), seguida por Norteamérica (+1,1 %). Entre los países protagonistas, Estados Unidos sigue liderando con 75,4 millones de hectáreas (+1,3 %). Brasil ocupa el segundo lugar con 67,9 millones (+1,4 %), y Argentina creció un 8,3 %, alcanzando 23,8 millones de hectáreas con cultivos GM.
Los principales cultivos transgénicos fueron la soja, la cual domina con 105,1 millones de hectáreas (≈50 % del total del hectareaje global con cultivos GM), el maíz con 68,4 millones, el algodón con 24,8 millones, y la canola con 10,4 millones.
Entre los beneficios destacados están la mayor productividad y sostenibilidad, donde el uso de ciertos cultivos GM ha demostrado aumentar el rendimiento por hectárea, permitiendo una agricultura más eficiente en tierras ya cultivadas. También ha habido una reducción del impacto ambiental de la agricultura con la adopción de variedades GM resistentes a herbicidas y plagas, facilitando prácticas agrícolas sostenibles como la labranza reducida, lo que contribuye a la captura de carbono y la conservación del suelo.
El aumento de la adopción de cultivos GM no solo ha reflejado más hectáreas, sino también la evolución tecnológica con nuevas variedades aprobadas en 28 países, incluyendo la aprobación reciente de arroz dorado y otras características innovadoras
El informe deja claro que la biotecnología agrícola está contribuyendo con soluciones que permiten a los científicos desarrollar variedades más productivas, resistentes y nutritivas, y a su vez a los productores adoptar tecnologías para responder a desafíos como plagas, sequías y cambios climáticos, y así hacer que la producción agrícola sea más sostenible.
Para el Dr. Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio, “El crecimiento récord en la superficie de cultivos GM (209,8 millones de hectáreas) no es solo un dato, sino que representa un compromiso global hacia una agricultura más eficiente, resiliente y sostenible. Es una prueba de que la innovación biotecnológica puede ser inclusiva, responsable y alineada con los desafíos actuales del desarrollo agrícola. La biotecnología está contribuyendo a garantizar alimentos para un planeta en constante cambio”.
Según información de ChileBio, Chile cuenta con un marco regulatorio vigente que permite la producción de semillas GM exclusivamente para exportación. Este sistema ha posicionado al país como un actor relevante en la contra estación del hemisferio norte y como plataforma para la investigación y validación de nuevos cultivos GM en campo. De hecho, todos los cultivos GM de maíz, soja y canola que se comercializan en el mundo han pasado por Chile para investigación de campo y/o multiplicación de semillas. En los últimos 20 años, el valor anual promedio de las exportaciones físicas chilenas de semillas GM es de US$120 millones, y el de servicios de I+D de US$23 millones, alcanzando un récord de exportaciones de semillas GM la temporada 2012/2013 con US$351 millones (325 semillas + 26 I+D).
* La plataforma GM Monitor (https://gm.agbioinvestor.com), una fuente ampliamente utilizada por la industria y el mundo académico, recopila datos desde 1996 y entrega actualizaciones anuales sobre las aprobaciones regulatorias de cultivos genéticamente modificados a nivel global.