La tarde de este sábado, personal de seguridad municipal de Peñalolén, junto a Carabineros, acordonó el perímetro de la casa de la jueza Irene Rodríguez, recientemente suspendida de sus funciones.
La medida se adoptó luego de que la magistrada alertara sobre un “llamado sospechoso” que generó preocupación, considerando la tensión mediática que enfrenta por su vínculo con la liberación del presunto sicario de José Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, recogió La Tercera.
El operativo comenzó cerca de las 18:30 horas, cuando se desplegó un perímetro inicial en las afueras del domicilio. Más tarde, con la llegada de Carabineros, se cerró por completo la calle donde se ubica la propiedad. La medida se mantuvo por alrededor de dos horas mientras se investigaba el origen del llamado.
Según explicó al citado medio el teniente coronel Francisco Galloso, de la Prefectura Santiago Oriente, “recibimos un llamado por parte de la jueza, por un llamado que ellos recibieron, se asustaron por la situación mediática que están viviendo”.
Añadió que, tras verificar los antecedentes, se estableció que el contacto telefónico correspondía a una persona conocida por la jueza y que el temor se debió a un corte abrupto en la comunicación.
La suspendida jueza
La jueza Rodríguez fue suspendida por decisión de la fiscal judicial Clara Carrasco, en el marco del sumario disciplinario que busca esclarecer las circunstancias que llevaron a la excarcelación del ciudadano venezolano Alberto Mejía.
Según los antecedentes, el oficio que ordenaba su prisión preventiva fue anulado erróneamente, lo que permitió su liberación desde el penal Santiago 1.
La magistrada abandonó su domicilio tras el operativo policial, en medio de una investigación que sigue en desarrollo y que mantiene en alerta a las autoridades judiciales.