Fue uno de los hombres más fuertes de La Moneda, en medio de la administración de Gabriel Boric, pero el 17 de octubre de 2024 su vida cambió radicalmente.

Ese día, cerca de las 14.00, el vespertino La Segunda sacudió al mundo político al dar a conocer una denuncia en contra del entonces subsecretario del Interior por presunto abuso sexual.

Ese mismo 17 en la tarde-noche, Monsalve dio un punto de prensa desde La Moneda donde comunicaba que dejaba su cargo. “En el ejercicio de mi cargo como subsecretario del Interior, tengo una relación directa y cotidiana con el Ministerio Público, con la Policía de Investigaciones y con Carabineros. En el marco de esta investigación, tengo que garantizar la autonomía de las instituciones para llevarla a cabo. Y creo que eso es incompatible con el ejercicio de mi cargo”, detalló en dicha oportunidad frente a los medios.

Con el pasar de los días se fueron conociendo más antecedentes y se reveló que una subordinada había acudido a Fiscalía con una acusación en contra de quien fuese su jefe.

La situación provocó un verdadero terremoto al interior de la administración Boric, un gobierno que, desde el inicio de la campaña que los llevó a Palacio, levantó las banderas del feminismo.

Monsalve, en tanto, fue formalizado, permaneció en prisión preventiva en las cárceles de Rancagua y Anexo Capitán Yáber y actualmente cumple arresto domiciliario total en un departamento de Viña del Mar.

La versión de Manuel Monsalve

En entrevista con La Tercera, Monsalve abordó en profundidad las acusaciones en su contra y lo que ha sido este año en donde su vida personal y política hizo crisis.

“Diría que estoy agotado emocional, intelectual e incluso físicamente. He pasado períodos de tristeza, frustración, dolor y rabia, pero también por momentos donde hay mucha determinación de salir adelante”, comenzó diciendo.
Monsalve deslizó críticas a la reacción del gobierno al conocerse la denuncia en su contra: “Me hubiese gustado que la reacción del gobierno fuera más equilibrada”.

Sobre los encuentros con la denunciante, en el ají Seco Místico y en el Costanera Center, Monsalve aseguró que “es un error haber salido con alguien que trabajaba conmigo. Es un hecho que genera una sospecha natural. Hay, no solo declaraciones mías, sino de ella, con el reconocimiento de que nunca hubo ningún tipo de presión y que los encuentros fueron voluntarios. Nunca hubo el uso de la jerarquía para presionar, para coaccionar, para forzar”.

Respecto a la noche de los hechos que terminaron detonando la denuncia y, sobre la cual Monsalve no acudió a una pauta de gobierno, el exsubsecretario y exmilitante PS, señaló que dicha conducta “no dice relación con mi conducta habitual. Uno hubiese esperado que las personas que trabajan con uno dijeran ‘oye, algo tiene que haber pasado para que se comportara así, porque no es habitual que se comporte así’… Lo que hice fue salir a comer como es normal e iba a retornar para poder preparar las actividades del día siguiente. Creo que ella tampoco quería embriagarse, ni permanecer cuatro horas y media en un restaurante, tampoco quería irse de fiesta esa noche cuando también tenía obligaciones al día siguiente. Ninguno quería que eso ocurriera. ¿Cómo llegamos entonces a una situación como esa? Es una pregunta que todavía no es aclarada. A medida que ha pasado el tiempo y se han ido agregando elementos, mi sospecha era la posibilidad de ser drogado o de la intervención de terceros”.

En esa misma línea, afirmó que haber tenido una relación con una subalterna “fue un error evidente, grave. Cometí un error que me puso en una situación en la que nunca pensé estar, pero no cometí un delito”.

Finalmente, consultado sobre cómo veía su futuro, Monsalve fue categórico: “Mi futuro, a lo menos podría decirse, que es incierto. Y creo que lo más relevante es demostrar mi inocencia”.