La iniciativa, impulsada por el ala juvenil del Partido Socialista suizo, no logró el apoyo en ninguno de los cantones del país, según el escrutinio final.
Un 78,2 % de los votantes suizos rechazó este domingo en referéndum crear un impuesto del 50 % para todas las herencias y donaciones superiores a los 50 millones de francos (58 millones de pesos), pensado para gravar a las grandes fortunas con el fin de recaudar más fondos para la lucha contra el cambio climático.
La iniciativa, impulsada por el ala juvenil del Partido Socialista suizo, no logró el apoyo en ninguno de los cantones del país, según el escrutinio final.
Un Parlamento muy repartido entre conservadores, socialistas, liberales y democristianos, así como el Gobierno de coalición que forman, habían recomendado votar en contra de este nuevo impuesto, ante el temor de que anime a las grandes fortunas a salir del país.
Actualmente no hay impuesto de sucesiones y donaciones a nivel federal, aunque sí en casi todos los cantones del país, con porcentajes que varían mucho en función del lugar pero que con frecuencia eximen de su pago a cónyuges y descendientes directos.
Con un impuesto así, señalaban sus impulsores, «se lucharía contra la crisis climática de manera socialmente justa y se permitirá la transformación de toda la economía necesaria para ese objetivo».
Se calculaba que este nuevo impuesto, sin exención para cónyuges y descendientes ni para donaciones a instituciones públicas y organizaciones, habría afectado a unos 2.500 contribuyentes en Suiza con fortunas estimadas en más de 50 millones de francos.
Aunque sobre el papel se preveía que con él aumentaran los ingresos fiscales, según distintos cálculos, entre los 4.000 y los 6.000 millones de francos anuales (4.200-6.400 millones de euros), la Hacienda nacional advirtió que a medio plazo podría conllevar pérdidas por la temida salida del país de grandes fortunas.
También alertaba de que «el nuevo impuesto podría disuadir a otras de instalarse en Suiza», lugar escogido durante décadas por magnates, artistas de renombre y personalidades de otros países para establecerse.
Los defensores de la iniciativa aseguraban que sólo las 300 fortunas más ricas del país suman un patrimonio de casi 900.000 millones de euros, casi equivalente al PIB nacional, y que en un 80 % de los casos proceden de herencias.
Además, señalaban, «esos millones heredados causan grandes daños a través de inversiones perjudiciales del medio ambiente, jets privados, yates, y con la compra de poder e influencia política».
«Un ‘superrico’ suizo produce en pocas horas más dióxido de carbono que otro de nivel medo en toda su vida», afirmaban, y añadían que mientras las emisiones por habitante se han reducido de forma constante en los últimos 30 años, han crecido un 30 % entre los poseedores de las mayores fortunas.
Fuente: Emol.com









