Con profundo pesar, la Diócesis de Santa María de los Ángeles comunica el sensible fallecimiento de su querido Obispo Emérito, Monseñor Miguel Caviedes Medina, a la edad de 95 años, sexto Pastor de esta Iglesia Particular, cuyo lema episcopal “Ut Mundus Credat” (Que el mundo crea) inspiró el servicio episcopal en las diócesis del sur del país donde desplegó su ministerio.

La Diócesis de Santa María de los Ángeles despide a Monseñor Miguel Caviedes, Obispo Emérito

Nacido en Coltauco, Diócesis de Rancagua, el 30 de enero de 1930, Monseñor Caviedes dedicó su vida entera al servicio de la Iglesia. Ordenado presbítero en 1954, se distinguió por su cercanía, su profundo espíritu de oración y su compromiso con la formación de comunidades, animándolas con el Evangelio.

Tras años de servicio pastoral en la Diócesis de Rancagua fue nombrado Obispo el 30 de octubre de 1982 por el Papa San Juan Pablo II, recibiendo la Ordenación Episcopal en la Catedral de Rancagua el 19 de diciembre de 1982. Su primer destino Episcopal fue la Diócesis de Osorno entre los años 1983 a 1994.

Durante su gobierno pastoral, Monseñor Caviedes impulsó un estilo pastoral profundamente evangelizador, promoviendo la creación de nuevas parroquias —entre ellas Santiago Apóstol en Paillihue y Nuestra Señora de Guadalupe en Ralco—, y alentando la formación de nuevos sacerdotes y diáconos permanentes. Asimismo, fundó la Revista Surcos, valioso medio informativo y formativo de la diócesis.

Uno de los hitos más recordados de su ministerio fue la dedicación del Templo Catedral Santa María de los Ángeles y la consagración de su Altar Mayor en agosto de 2004, junto a todo el clero y los fieles de la diócesis. Ese mismo año, inauguró la Cruz del Tercer Milenio, signo visible de fe que se levanta en la entrada norte de la ciudad.

Al cumplir 75 años, presentó su renuncia al gobierno pastoral, la cual fue aceptada por el Papa Benedicto XVI el 6 de enero de 2006. Desde entonces, se mantuvo en oración y servicio pastoral en Rancagua, su diócesis de origen.

En el año 2007, con ocasión de sus Bodas de Plata episcopales, Monseñor Miguel Caviedes expresó públicamente su deseo de que, cuando el Señor lo llamara, sus restos puedan descansar en la cripta de la Catedral de Santa María de los Ángeles, templo donde celebró tantas veces la Eucaristía y acompañó con amor al Pueblo de Dios.

Por ello, informamos que, una vez concluidos sus servicios fúnebres en la Diócesis de Rancagua, sus restos mortales serán trasladados a la ciudad de Los Ángeles, donde descansarán para la posteridad, cumpliendo así su voluntad.

Fuente: Departamento de Comunicaciones Diócesis Santa María de los Ángeles
Los Ángeles, 26-12-2025