Desde el oficialismo plantean «endurecer penas por mal uso» de la información, mientras que la oposición sostiene que esta medida se ha convertido en el nuevo «fetiche de la izquierda».

Las declaraciones del exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII), Javier Etcheberry, reavivaron el debate en el Congreso y en La Moneda sobre la apertura del secreto bancario, una de las medidas incluidas en el proyecto del Subsistema de Inteligencia Económica, que busca enfrentar al crimen organizado. En una entrevista con La Tercera, Etcheberry advirtió sobre el riesgo de filtraciones en caso de que el organismo acceda a información bancaria.

El exdirector abordó su renuncia, producida tras revelarse que no había pagado la totalidad de las contribuciones de su vivienda en Paine. Afirmó que los antecedentes que gatillaron su salida fueron filtrados a la prensa desde el propio SII y advirtió que «me da susto que el SII tenga acceso a la información bancaria si es que se pueden producir estas filtraciones. Lo encuentro de la mayor gravedad». Sus dichos generaron reacciones inmediatas en el Parlamento y en el Gobierno, acentuando las diferencias entre quienes respaldan y quienes rechazan la iniciativa.

El Gobierno defiende la medida Al ser consultada sobre las declaraciones de Etcheberry, la vocera del Gobierno, Camila Vallejo, afirmó que «me parece una falta de compromiso con la propia institución que él presidió, y desconocimiento, porque el Servicio de Impuestos Internos es una institución con prestigio, con facultades y herramientas que al propio Congreso le ha entregado y que funcionan».

Además, destacó que el levantamiento del secreto bancario busca «perseguir la ruta del dinero, no en el caso del incumplimiento tributario». En esa línea, señaló que «no sé si está confundiendo los planos de discusión, pero lo que sí puedo señalar es que hay dos debates que son distintos. Uno ya está zanjado, que es lo que le corresponde al Servicio de Impuestos Internos, y otra cosa es el levantamiento del secreto bancario para perseguir a los narcotraficantes, a las personas que están detrás del delito de sicariato, o sea, todo lo que está detrás del crimen organizado que mueve plata y que mueve sus dineros, también a través de cuentas bancarias. Por lo tanto, es importante dar las facultades de pesquisa y de alerta a la Unidad de Análisis Financiero, sin dejar de tener, obviamente, las posibilidades de recurrir a las instancias judiciales, como está contemplado, obviamente, en esta iniciativa legislativa».

Parlamentarios El diputado Daniel Manouchehri (PS) defendió la medida: «El secreto bancario claro que hay que abrirlo» y añadió que, bajo la lógica de Etcheberry, «no existiría la brigada de cibercrimen porque ha habido corrupción en la policía». «Lo que corresponde es endurecer las penas para el mal uso, no mantener privilegios que protegen a corruptos y narcos. El secreto bancario es un muro que debemos derribar para que nadie esté por encima de la ley», enfatizó.

En contraste, el diputado de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum, respaldó la postura de Etcheberry: «Nosotros compartimos francamente el juicio y esa es nuestra principal objeción a hoy día: levantar el secreto bancario y dejarle la atribución al director de Impuestos Internos que es nominado por un político». A su juicio, una alternativa viable sería que el director del SII fuese designado por el sistema de Alta Dirección Pública con acuerdo del Congreso. «La apertura del secreto bancario se transformó en el nuevo fetiche de la izquierda, lo han instalado como una gran polémica», señaló.

En la misma línea crítica, la diputada Sofía Cid (Partido Republicano) planteó: «Si hasta un exdirector del SII reconoce que dentro del propio servicio hay filtraciones y falta de control, ¿cómo vamos a confiar en que podrán administrar el acceso a las cuentas bancarias de todos los chilenos, como propone la izquierda?». «Lo que no se puede aceptar es que funcionarios públicos tengan las llaves abiertas a la información más sensible de las personas», añadió.

Fuente: Emol.com