El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Estados Unidos se mantuvo en un 2,7% interanual en julio, al mismo nivel que el dato de junio, informó este martes el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).
La inflación subyacente, que excluye los volátiles índices de energía y los alimentos, repuntó un 3,1%, -después de un 2,9% en junio- a tono con los previsto por analistas, que vaticinan la continuación de una tendencia al alza de este indicador, en lo que podría ser la materialización del impacto de la política arancelaria del presidente Donald Trump.
En términos mensuales, la inflación en julio subió un 0,2%, mientras que el dato subyacente aumentó un 0,3%, después de una subida del 0,3% y el 0,2% respectivamente en junio, indicadores seguidos muy de cerca por la Reserva Federal que mantiene la cautela en cuanto a una reducción en los tipos de interés pese a las presiones de la Casa Blanca. El dato tuvo efectos en el mercado cambiario local. A las 09.20 horas el billete verde cedía $3,6, quedando en puntas de $967,3 vendedor y $966,9 comprador.
Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria, comentó que «estas cifras han generado un debilitamiento generalizado del dólar, considerando que el dato de inflación anual aporta una mayor probabilidad de bajas de tasas por parte de la Reserva Federal».
«Durante esta jornada no conoceremos nuevos datos económicos de relevancia, pero algunos comentarios de miembros de la Fed podrían impactar al tipo de cambio», añadió.
A su vez, Felipe Sepúlveda, jefe de análisis para Admirals Latinoamérica, sostuvo que la cifra del séptimo mes del año refuerza «las apuestas de que la Reserva Federal podría iniciar recortes de tasas en su reunión de septiembre. Actualmente, los mercados descuentan cerca de un 90% de probabilidad de un recorte».
Reunión Fed
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) se reunirá los próximos 16 y 17 de septiembre para decidir sobre los tipos de interés, que se han mantenido en un rango del 4,25% al 4,5% desde el recorte de diciembre de 2024.
La Fed sigue muy de cerca las cifras de inflación subyacente a la hora de tomar decisiones sobre la política monetaria, junto con los índices de precios de gasto de consumo personal, el producto interior bruto (PIB) y el desempleo, también publicado por el BLS.
El mes anterior, el departamento de Estadísticas Laborales se vio envuelto en la polémica tras la publicación de números de empleo por debajo de las expectativas del mercado, rechazados como «falsos» por el presidente Trump que despidió horas después a la responsable de la entidad, Erika McEntarfer.
Fuente: Emol.com