A seis años de la entrada en vigor de la Ley de Pago a 30 Días, las PYME siguen enfrentando serios retrasos: un 80% declara problemas de morosidad, y un 60% asegura haber estado al borde del cierre o recurrido a financiamiento externo.
Según la encuesta de Asech y CobranzaOnline, el 91% recibe pagos con más de 15 días de atraso y un 29% sobre 60 días, con un promedio de 44 días de demora. El 47% reporta morosidad en más del 10% de sus facturas y un 12,7% en más de la mitad.
Los principales deudores son grandes empresas (42%), otras PYME (40%) y entidades públicas como hospitales (12%). Además, un 74% gestiona la cobranza de forma interna y sin herramientas, lo que aumenta su vulnerabilidad frente a compañías con procesos más robustos.
El presidente de Asech, Jorge Welch, advirtió que la morosidad se ha vuelto un obstáculo estructural para la viabilidad y el empleo que generan las PYME.