Fiscal Sergio Moya señala que ordenó examinar cargamento a Aduanas y a la Armada, sin que estas pidieron luego autorización para abrirla.
Mil 241 paquetes con una y media tonelada de cocaína halló hace una semana la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional del Perú en el puerto del Callao, en una máquina moldeadora embarcada en el puerto de Arica. Su destino final sería Hong Kong. El cargamento estaba en las sospechas de las autoridades antidrogas de Chile y del Departamento de Inteligencia e Investigaciones Policiales Marítimas (Dipolmar) de la Armada. De hecho, se sometió a una revisión externa física, a la acción de canes detectores de droga y a la acción del camión escáner, pero no se detectó nada. Aquello generó discrepancias entre la Fiscalía y Aduanas, donde tienen versiones opuestas sobre lo ocurrido.

Fuente: Emol.com