En Chile, zonas como Chiloé, Aysén y Los Lagos son claves para la economía
nacional gracias a su rol en la salmonicultura, pesca, turismo y silvicultura. Sin embargo,
muchas comunas en estos territorios enfrentan una paradoja: generan valor para el país,
pero no logran capturar inversión pública de calidad, porque el sistema depende de tener
equipos técnicos especializados para formular proyectos, algo que la mayoría de estos
municipios simplemente no tiene. Y cuando eso ocurre, el desarrollo se traba justo donde
más se necesita: en los territorios que sostienen gran parte de la economía del sur.
El problema no está solo en la falta de recursos, sino en las capacidades técnicas
para acceder a ellos. Como han documentado el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial
y la fundación Huella Local, el sistema de inversión pública está centrado en la
postulación y formulación de proyectos. Eso deja fuera a los municipios más pequeños o
aislados, que no cuentan con equipos técnicos como los de grandes ciudades.
Ahí entra Huella Local: una organización que instala capacidades técnicas dentro
de los municipios para ayudarlos a formular proyectos bien armados —desde caminos y
electrificación hasta acceso a agua potable— y así postularlos a fondos públicos. A la vez,
articula a empresas locales, como las asociadas a SalmonChile, para que cofinancien esas
obras y aceleren su ejecución.
Una inversión cercana a los 579 millones de pesos permitió inaugurar obras de
conservación de caminos rurales en los sectores de Mechuque, Cheniao y Voigue, en la
comuna de Quemchi, beneficiando directamente a más de 360 habitantes de estas zonas
insulares.
El proyecto fue financiado por el Gobierno Regional de Los Lagos, a través del
Plan Zonas de Rezago, con el apoyo de 18 empresas locales —entre ellas compañías del
sector salmonicultor— y contó con la asistencia técnica de la organización Huella Local.
La intervención contempla la mejora de 11,25 kilómetros de caminos no enrolados,
lo que impactará de manera directa en la conectividad y calidad de vida de las
comunidades. La presidenta de la Junta de Vecinos de Cheniao, Juana Bahamonde,
valoró especialmente el beneficio para los más pequeños. «Este camino es especialmente
importante para los niños. Me preocupaba mucho que no pudieran transitar seguros
hacia la escuela. Ahora tienen un trayecto más digno y seguro para llegar a clases cada
día», indicó.
Durante la ceremonia, el gobernador regional Alejandro Santana destacó el valor
transformador del proyecto, señalando que «esto es ir al corazón de la gente que vive en
sectores extremos. Estamos desarrollando una región sin exclusión, entregando
beneficios que antes eran impensados». Asimismo, valoró la articulación entre el mundo
público y privado, que permitió llevar adelante obras en comunidades históricamente
postergadas.
El alcalde de Quemchi, Javier Ugarte, también enfatizó el trabajo conjunto, y
destacó que «esta alianza es una señal clara de que cuando se trabaja en conjunto se
pueden lograr grandes cosas. Hoy las empresas están unidas para colaborar con el
desarrollo de nuestros sectores más apartados».
En ese contexto, SalmonChile —junto a sus empresas asociadas— ha sido un
articulador clave en este tipo de alianzas territoriales. Su representante en Chiloé, Pablo
Moraga, destacó: “Como salmonicultores, creemos firmemente en el desarrollo equitativo
de los territorios donde estamos presentes. Esta alianza refleja cómo el trabajo conjunto
entre el sector público, la comunidad y la empresa privada puede traducirse en obras
concretas que cambian vidas. Es un orgullo haber contribuido a mejorar la conectividad
de estos sectores insulares”.
Estas obras se enmarcan dentro de una estrategia regional que busca fortalecer la
conectividad en zonas aisladas del archipiélago de Chiloé, mejorando el acceso a servicios
básicos y fomentando el arraigo territorial. Desde 2022, el sector salmonicultor ha
financiado más de 25 proyectos en comunas en rezago, con una inversión superior a los
400 millones de pesos, activando soluciones reales donde más se necesitan.