El cambio climático y el traslado de ganado legal e ilegal entre fronteras agrava la situación de riesgo con más de 18.000 casos en animales.
Y es tan compleja la situación que la mosca que genera el problema y que pone huevos de los cuales se forman larvas en las heridas de los animales vacunos u otros menores, como ataca a todos los seres de sangre caliente, ha también contagiado con este gusano carnívoro que se come virtualmente los tejidos blandos de la víctima, a más de 150 personas, en Nicaragua.

La mosca que busca ingresar hasta 300 huevos por postura en las heridas de la piel encuentra hasta la entrada de una picada de garrapata, desatando un ciclo en el que en 24 horas nacen las larvas con ganchos que parecen verdaderas garras metálicas con la cuales come la carne provocando una enfermedad que se conoce como “Miasis”, lo cual produce debilidad y por ejemplo baja producción de leche en las vacas, según Hugo Benítez, Dr. en Biología evolutiva de la U. Andrés Bella.

El traslado de ganado legal e ilegal entre fronteras aumenta las posibilidades de contagio, por eso Estados Unidos levantó una alerta y cerro su frontera con México. La alarma crece porque este año hay más de 18.000 casos en animales y más de 150 en seres humanos en Nicaragua.

Entre 1940 y 1950 esta plaga llegó incluso al norte de Argentina, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela y Centro América. El cambio climático también aumenta el riesgo ahora, pero Chile por sus fronteras naturales, según el especialista y las bajas temperaturas en la noche y cálidas en el día no permite que esta mosca cumpla su ciclo. Por ahora solo hay que estar en alerta.