El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes que las medidas de aislamiento obligatorio impuestas desde el 20 de marzo para hacer frente a la pandemia de covid-19 serán nuevamente prorrogadas, esta vez hasta el 16 de agosto.
«Hasta el 16 de agosto vamos a mantener las cosas como están hoy. En los últimos días se nota que el virus está circulando más y se detectan más contagios», dijo Fernández en una comparecencia pública desde la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires.
El Mandatario observó que en este «momento de creciente circulación del virus», aunque el 90% de los nuevos contagios se reportan en el área metropolitana de la capital y su periferia, los casos se han empezado a «irradiar» a otros lugares, con focos en varios puntos del interior del país.
Desde el 3 de marzo pasado, cuando se detectó el primer caso del nuevo coronavirus, Argentina ha reportado 185.373 contagios, con un récord diario 6.377 positivos este jueves.
Los fallecidos ascienden a 3.466, con 153 muertes reportadas este jueves, el mayor número diario registrado hasta ahora. Fernández recalcó que esta enfermedad «no es una gripe más» y que «no hay otra solución que cuidarse», por lo que apeló enfáticamente a la responsabilidad social de cada ciudadano para no contagiarse ni contagiar a otros.
Ante la nueva extensión de las medidas de aislamiento, el Presidente admitió que éstas generan «estrés», «enojo», «desánimo» e «incertidumbre» porque «nadie sabe cuándo va a terminar esto».
«Estamos soportando la atención sanitaria de la enfermedad de un modo adecuado, pero tenemos que parar el crecimiento de la infección», aseveró.
Fernández adelantó que el decreto que firmará con la prórroga de la cuarentena incluirá una prohibición expresa de realizar encuentros sociales, señalados como una de las principales ocasiones de contagio, y advirtió que quienes hagan estas reuniones pueden incurrir en una responsabilidad penal.
Situación epidemiológica
Fernández dijo que Argentina está en una situación de relativo «privilegio» en relación a otros países cuando se observa la tasa de mortalidad, de 76 muertos por cada millón de habitantes, y sostuvo que esto se debe a que el sistema de salud «da respuestas y se ha preparado» para afrontar la pandemia.
Con todo, advirtió que está aumentando la cantidad de contagios por un relajamiento en el cumplimiento de las medidas de prevención y una mayor circulación de personas.
Señaló que ello también ha hecho crecer el número de fallecidos, aunque a un menor ritmo que los contagios gracias a la respuesta que está dando el sistema de salud, con camas disponibles para poder atender a los infectados.
Sin embargo, destacó que se registran actualmente un promedio de 80 muertes diarias y que se ha venido duplicando la cantidad de fallecidos cada 24 días y advirtió que es «posible» que el índice de letalidad crezca.
«Lejos estoy de tranquilizarme con estos datos», afirmó el jefe de Estado, quien recalcó que «la situación está muy lejos de estar contenida».
Medidas en Buenos Aires y su periferia
Hace dos semanas, en Buenos Aires y varias localidades periféricas se comenzaron a flexibilizar algunas actividades, aperturas que, en principio, se mantendrán. En la comparecencia encabezada por Fernández, el alcalde capitalino, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, dijo que en su ciudad el nivel de casos se ha estabilizado pero es alto, de 1.100 casos diarios en promedio.
Por su parte, el oficialista Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor cantidad de casos en el país (110.662), reafirmó el concepto de «cuarentena intermitente», de sucesivas aperturas y vueltas atrás en las medidas de confinamiento.
«Seguimos con el mismo grado de apertura, limitada, cuidada, con protocolos», señaló Kicillof, quien advirtió que, «si los números no bajan, la cuarentena va a volver a ser más dura».
Fuente: Emol