«La muerte de cinco turistas extranjeros en el Parque Nacional Torres del Paine no es un accidente fortuito ni un hecho aislado producto solo de las inclemencias del clima». Así inicia una dura declaración emitida por la Cámara Nacional de Comercio y Turismo (CNC).
El gremio afirmó que la reciente tragedia en uno de los destinos turísticos más importantes del país revela una «falla estructural del Estado» y que es «la consecuencia directa de años de subfinanciamiento estatal, baja presencia operativa en terreno y una administración que no está a la altura».
Según la CNC, los gremios turísticos y autoridades locales han advertido, desde hace años, sobre el escaso presupuesto destinado a la operación del parque, la insuficiente dotación de guardaparques, la falta de infraestructura de seguridad, la «débil información» climática disponible para los visitantes y el rol creciente que ha debido asumir el sector privado para suplir funciones que corresponden al Estado.
«Torres del Paine recibe cientos de miles de visitantes al año y ha sido reconocido mundialmente, generando empleo y desarrollo regional. Sin embargo, no es administrado como un activo estratégico para Chile, sino como un área protegida con recursos mínimos y sin estándares acordes con su demanda internacional», añadió el gremio liderado por José Pakomio.
La entidad añadió que «lo ocurrido en Torres del Paine demuestra con claridad que la gestión de áreas protegidas no puede quedar reducida a la lógica normativa: requiere recursos permanentes, presencia profesional en terreno, infraestructuras de seguridad, sistemas de alerta climática en tiempo real, protocolos preventivos y una coordinación efectiva con operadores turísticos».
«El sector privado ha hecho su trabajo; ahora es el Estado quien debe asumir la responsabilidad indelegable de administrar y proteger un destino natural del cual depende el prestigio internacional del turismo chileno y buena parte de la economía local», concluyó.
La tragedia dejó a cinco personas fallecidas: dos de nacionalidad mexicana, dos alemanes y una británica. Ninguno excursiones con guía.
Un grupo de 24 expertos participaron en las labores de búsqueda, quienes dieron con los cuerpos de los fallecidos y contra otras cuatro personas que estaban desaparecidas. Desde Conaf reconocieron que a la hora de la tragedia no había guardaparques en el sector.
Fuente: Emol.com









