Un caso indignante de violencia obstétrica se develó estos días, luego que se diera a conocer el caso de una joven, quien sería madre por primera vez, quien sufrió un trato vejatorio por parte de funcionarios del hospital de Quellón, terminando con un improvisado parto en su casa.
De acuerdo a los antecedentes, todo se gestó tras una serie de omisiones de los profesionales de la salud que atendieron en reiteradas ocasiones a esta joven, embarazada de su primer bebé, quien una y otra vez concurrió al nosocomio en comento con molestias siendo enviada a su domicilio en todos los casos, hasta que de improviso tuvo que dar a luz prácticamente en su living.
Según una de sus familiares que fue testigo de lo que pasó, la joven madre “estuvo tres días yendo dos veces al día al hospital por mucho dolor y sangrado”, asegurando que “la mandaban de vuelta a la casa, que no era nada grave”.
En ese marco, explicó que el 23 de junio fue citada por la matrona para que concurriera al Hospital a las 13.00 horas, y que estando ahí le reprogramaron la atención fijándola durante la tarde, por lo que tuvo que retornar a su hogar.
Posteriormente, y como venía ocurriendo en días anteriores, volvió a asistir al Hospital donde “la revisó el ginecólogo y la mandaron de vuelta a casa diciéndole que faltaba dilatación y que no era momento de que naciera la bebé”, dijo la fuente.
Así las cosas, en su domicilio continuó con malestares hasta comenzar con labores de parto a poco de llegar de vuelta.
“Mi prima tuvo a su bebé en su casa por la tremenda negligencia e irresponsabilidad del Hospital de Quellón, y tuvimos que llamar al SAMU para ver si podían ir a la casa y ellos ayudaron a que la bebé nazca, gracias a ellos salió todo bien, o sino otra cosa se estaría contando y más que mi prima es primeriza”.
Desde el recinto hospitalario se comprometieron ante la familia a investigar el caso y aclarar por qué motivo esta madre no fue ingresada en su minuto, pese a presentar los síntomas de parto.
