En el marco de su primer día en Osorno, los enviados del Papa Francisco, obispo Charles Scicluna y Monseñor Jordi Bertomeu, tuvieron la oportunidad de reunirse durante la tarde de este jueves con un grupo de fieles católicos y con parte del Movimiento de Laicos y Laicas.
En el primer encuentro, desarrollado a las 18:30 horas en dependencias de la catedral San Mateo, el grupo de fieles a la Iglesia pudo emitir sus distintos testimonios respecto a casos de abusos que vivieron en la diócesis local, donde habría sindicado como participante en algunos hechos, al ex obispo Juan Barros.
En tanto, en la segunda instancia, los religiosos se reunieron con el movimiento de laicos, donde participaron distintos sacerdotes locales, así como también, un grupo importante de personas que recibieron con alegría a los enviados papales.
Monseñor Jordi Bertomeu, tras culminar ambos encuentros, señaló que se logró un clima de acogida y serenidad, donde se ha hablado del proceso de reconciliación, en el cual debiera primar el aprender a escuchar. Añadiendo que de ambos grupos existen personas buenas.
Por otro lado,el representante de los fieles, José Manuel Rozas, quien acudió a la primera convocatoria, comentó que todo se avocó a conversar en torno a testimonios de distintos escenarios donde participó Barros y otros sacerdotes. Añadiendo que faltó tiempo, por ende, es que solicitaron otra reunión para que se pueda entregar una reflexión sobre los casos.
Asimismo, el vocero de los laicos, Mario Vargas comentó que están conformes, ya que se pudo colocar en la mesa sus inquietudes, dentro de las cuales destacaron gran parte de abusos.
Conjuntamente, Américo Vidal, párroco de Santa Rosa de Lima y capellán de Gendarmería señaló que hubo actitud de escuchar, lo cual debe ser la tónica durante todas las actividades que se realizarán. Señalando que todos deben empezar a admitir que se equivocaron y pedir perdón, tal como lo hizo el Papa.
Cabe decir que en ambos encuentros, se realizaron breves misas, donde los grupos seleccionados de personas tuvieron la posibilidad de saludar y conversar de manera cercana con los religiosos, quienes en todo momento se mostraron tranquilos y agradecidos.