Una Francia letal en ataque dejó en la lona a una más que digna Croacia (4-2) y se proclamó campeona del mundo en Rusia 20 años después de conquistar su primer Mundial. El conjunto de Didier Deschamps, con una de las generaciones más talentosas de su historia, fue demasiado para una Croacia valiente, muy superior en gran parte del partido, pero que no supo cómo contener el enorme potencial ofensivo de les bleus.
La victoria de Francia dos años después de caer en la final de la Eurocopa ante Portugal demuestra que la hornada de jugadores que dirige Deschamps estaba predestinada a plantarse de nuevo en una final y en esta ocasión ganarla sin discusión.