La preocupación por el monto a recibir una vez pensionado es una constante generalizada para los chilenos. Así lo cree el 77% de los encuestados del estudio Claves 2020: Los chilenos y las pensiones, realizado por Ipsos junto a La Tercera. Esto suena lógico si se contrasta con otra cifra del mismo sondeo: solo el 5% de ellos cree que el monto con el que se pensionará le alcanzará para vivir.
El temor a la jubilación se ha elevado a primera prioridad en los sondeos posteriores al estallido social. La reforma propuesta por el Presidente Sebastián Piñera el pasado 15 de enero, a la que el gobierno pondrá urgencia en el retorno del Congreso, es un reflejo de ese interés. Pero incluso el modelo propuesto no tiene el apoyo masivo: de acuerdo a la encuesta -hecha a personas entre 18 y 65 años-, el 51% de los consultados afirma que la futura alza del 6% de las cotizaciones debiera ir de forma íntegra al ahorro individual del trabajador, con un 24% que respalda la fórmula mixta -tres puntos a dicho fondo y tres puntos a un fondo colectivo solidario, como impulsa el proyecto- y 16% planteando que todo ese aporte debiera ir directo a este último sistema. El 9% no sabe o no responde.
La fórmula de que todo vaya hacia el ahorro individual, de hecho, es mayoritaria en todos los segmentos de edad, zonas y grupos socioeconómicos medidos. Las diferencias más grandes se dan entre hombres y mujeres (48% y 54%, respectivamente), y entre quienes viven en Santiago (46%) y los que lo hacen en regiones (54%).
En tanto, el 71% apoya un sistema mixto de pensiones, incluyendo financiamiento individual y del Estado, aun cuando el 58% señala que el Pilar Solidario debiera ser financiado en su totalidad utilizando fondos estatales.
“Si les preguntas a las personas dónde debe ir la plata que están cotizando, la mayoría dice ‘a mi cuenta personal’, y cuando vemos de dónde se debe sacar la plata para solidaridad, todos dicen ‘del Estado’. Y te dicen el Estado como pensando: ‘paga Moya’. Tenemos claro que solamente las cuentas individuales no nos habían alcanzado y que no era el mejor sistema”, asegura Pedro Pizarro, subsecretario de Previsión Social, quien participó de un conversatorio organizado por La Tercera para analizar los resultados de la encuesta. “Hay que pasar a un sistema mixto en el que tenemos un tres por ciento de cotización que va solidaridad y mejoramos las pensiones al mes siguiente que esté el proyecto aprobado”, continúa.
“Este experimento de ir probando con un tres por ciento es insuficiente. Que se incremente los ingresos por pensiones es algo bueno pero podemos hacer algo mejor”, apunta Recaredo Gálvez, investigador de la Fundación Sol. “Si vemos la experiencia comparada, porque Chile no es un país aislado del mundo, vemos que la dirección en la que van los países que tenían privatizados todo o parte de su sistema es la dirección de tomar todavía más responsabilidad por parte del organismo público de los sistemas previsionales”, agrega.
Edad de jubilación
Otro detalle que llama la atención es que, aunque el 49% de los consultados afirma que se jubilará cuando cumpla su edad legal, el 54% asegura que va a continuar trabajando de forma permanente después de hacerlo, y el 22% dice que seguirá con labores ocasionales. En este caso hay una diferencia significativa en edad: mientras más cerca de la jubilación, es más alto el porcentaje de personas que dice que continuará en el mercado laboral, con el 50% dando esta respuesta en el grupo que va entre los 18 a los 35 años versus el 61% de quienes están entre los 56 y los 65 años.
“Un aspecto llamativo en la pregunta es que muchas personas piensan en jubilarse y seguir trabajando. Si una persona aún está en capacidad de trabajar y generar ingresos, que piense bien si vale la pena tener este ingreso adicional junto con su sueldo o bien postergar esa edad de jubilación para cuando no pueda recibir ese sueldo”, apunta Pizarro.
Para Recaredo Gálvez, “esto ya está ocurriendo. Según la OCDE, las mujeres están jubilando en promedio a los 67 años y los hombres en los 68. No es una solución que pueda promover el propio sistema de pensiones. ‘Oiga, no se jubile todavía, distribuya su ahorro menos años y ahí va a tener una mejor pensión’. Eso no es resolver el problema”.
Al mismo tiempo, los encuestados ponen gran parte del peso de conseguir una jubilación adecuada en lo que hagan las AFP: el 56% menciona como elemento central para ello el manejo de los fondos que hacen las administradoras y la forma en que se calcula la esperanza de vida de la persona. Recién aparece 23 puntos más atrás el monto de ahorro mensual como otro factor relevante.
Patricio Basso, exvicerrector de la Universidad de Chile y quien trabajó en un proyecto de reforma previsional junto a la senadora DC y exministra del Trabajo Ximena Rincón, pone el énfasis en la relevancia de aspectos como la esperanza de vida en las pensiones. “Nosotros hicimos una propuesta que significa mirar algo que a nadie se le ocurrió mirar ¿cómo se calculan las pensiones? No existe un solo ser humano en Chile que haya se muerto en su esperanza de vida. Jamás. Y nunca podrá hacerlo por el modo en el que se está calculando”, plantea.
El conocimiento del sistema
La encuesta de Ipsos y La Tercera muestra que en términos de conocimientos, el 22% de los entrevistados se considera muy informado sobre el sistema de pensiones chileno, mientras que el 72% prefiere definirse como poco o algo informado sobre el tema. Pero además, el 21% piensa que los retornos de las AFP son negativos, aunque en los últimos 15 años solo ha habido tres en que las administradoras han tenido esta situación.
“Que las personas te den esa respuesta es porque las propias administradoras no han hecho la pega de informar. Se les ha olvidado que son entidades de previsión social y no solamente entidades financieras”, señala Pizarro, aunque reconoce que hay un factor relevante de educación que debe aportar el Estado. “Queremos comenzar con cursos de educación previsional en los colegios para que las personas sepan desde ya en qué consiste el sistema. Es una falencia importante”.
El sondeo también consulta por el monto que, según las personas, debiera ser la cifra de pensión mínima garantizada por el Estado. Acá, el 33% pone el monto entre los 300 y los 400 mil pesos, mientras el 36% lo única entre los 400 y los 500 mil. Y nuevamente hay diez puntos de diferencia en esta última opción entre quienes tienen 18 y 25 años y los mayores de 55 (30% contra 40%).