Teatro en sectores rurales: la inédita presentación en Río Negro de la compañía osornina “Teatro 40”

1117

Se juntaron hace un año, tras un llamado a audición desde el Centro Cultural de Osorno, para conformar un elenco adulto de teatro. 365 días más tarde, cumplieron otro hito: llevaron su arte a un sector rural de la Provincia de Osorno, en una inédita presentación.

Se trata de la compañía osornina “Teatro 40”, cuyo montaje titulado “Platos rotos”, fue puesto en escena en un recinto cargado de historia, en un sector rural de Río Negro, conocido como San Florentino.

¿Por qué un lugar con tanta historia? Es porque ese inmueble era una escuela rural, sin embargo, por la falta de alumnos quedó en abandono, sumado a que después se construyó un nuevo colegio a un lado del antiguo, el cual sufrió los embates del tiempo en sus craqueladas maderas.

Pero, un grupo de la zona, la Agrupación de Amigos Unidos por las Tradiciones de San Florentino, decidió rescatar el viejo emplazamiento y transformarlo en un lugar para la cultura y qué mejor, que invitar a estos aficionados actores.

Una instancia que fue plenamente disfrutada por los lugareños, que orgullosamente vieron como su querido centro, se transformó en un colorido escenario que albergó la delirante historia de una cocinería y sus diversos personajes en torno a la comedia, la cual terminó en una sincera ovación del respetable.

El presidente de la agrupación, Jaime Miranda, calificó de un hito la presencia de la compañía.

Por el lado de los actores, Ana María Lemu y Juan Fernández, no ocultaron su emoción tras la aplaudida presentación.

Y claro, los directores de la obra y profesores, Martina Rojas y Rodrigo Durán, estaban felices con la puesta en escena de sus dirigidos, que dejaron todo sobre las tablas, precisó la actriz.

Cabe mencionar que la gestión fue obra y gracia de una de las integrantes de “Teatro 40” y también, residente y parte de la Agrupación de San Florentino, Claudia Gallardo, quién confidenció el proceso para llevar a la compañía teatral.

Es sabido que el teatro es un motor de la cultura. Y llevarlo a lugares donde usualmente no llegan montajes, es un tónico revitalizante para el alma del público y para quienes están sobre el escenario, incluyendo a este humilde servidor que escribió esta nota.