Durante la madrugada de este viernes, aterrizó en Santiago un vuelo procedente de Estados Unidos con 13 ciudadanos chilenos deportados por infringir leyes migratorias o legales en ese país. Según informó el Gobierno, uno de ellos fue entregado de inmediato a la justicia chilena, ya que mantenía una orden de detención pendiente. Esta es la tercera operación de este tipo en lo que va del año, tras vuelos realizados el 22 de mayo y el 5 de junio.
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, detalló que a la fecha han sido deportadas 102 personas desde EE.UU., de las cuales más del 80% son hombres. Poco más de la mitad fue expulsada por haber cometido delitos, mientras que el resto incumplió normativas migratorias. Seis de los repatriados han quedado a disposición de tribunales, algunos por causas vigentes y otros por violaciones a medidas judiciales anteriores, como órdenes de arraigo.
Desde el Ejecutivo aclararon que esta medida no es exclusiva para Chile, sino que forma parte de la política migratoria implementada por el Gobierno estadounidense y aplicada de forma general a países de América Latina y otras regiones. En la coordinación del operativo participaron los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Seguridad Pública, además de organismos como la PDI y el Registro Civil.