Mientras Wall Street cerró septiembre con un desempeño mejor al esperado, los granos no despegan (grafico 1). Tampoco las acciones tecnológicas logran repuntar: aunque los titulares destacan el auge de la inteligencia artificial (IA), los inversionistas parecen optar por activos más seguros, como el oro y la plata.

En otras palabras, la incertidumbre sobre los mercados futuros -que persiste desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU.- aún no se disipa.

Por su parte, en nuestro país, los cultivos se desarrollan de forma destacada, bajo un escenario climático que ha permitido fechas de siembras oportunas y un adecuado desarrollo de las sementeras. Las condiciones meteorológicas -con temperaturas invernales levemente superiores (menor número de heladas) y menores precipitaciones que en la temporada pasada- han favorecido su evolución.

En la actual temporada destaca la menor precipitación y ocurrencia de heladas en la zona centro sur, respecto del invierno de 2024, lo que ha favorecido el buen crecimiento y vigoroso desarrollo del trigo. La avena, por su parte, ha tenido un desarrollo menos vigoroso y afectado por pérdida de plantas.
En el mercado mundial los precios mantienen una tendencia a moverse por los rangos de precios bajos, en una serie de tiempo de los últimos 5 años.