INIA desarrolla nueva alternativa de control de plagas y enfermedades agrícolas sin productos químicos

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Tecnología limpia será presentada en Primer Simposio Latinoamericano de Control Biológico que se desarrollará en Termas de Chillán entre el 8 y 10 octubre, actividad patrocinada por COP25.
El uso de los pesticidas químicos en la agricultura es cada vez más resistido, por los efectos negativos que tienen tanto sobre el medio ambiente como en la salud de las personas.
Aunque éste es un conocimiento ya bastante integrado en la ciudadanía, aún se registran situaciones tan poco afortunadas como la de Ovalle el pasado 6 de septiembre, cuando siete trabajadoras resultaron intoxicadas por inhalación de un insecticida que estaba siendo aplicado en un predio vecino. Las especificaciones técnicas indican que se trata de un producto moderadamente tóxico, por lo que se debe evitar su inhalación, contacto con la piel y los ojos. Por otra su toxicidad alcanza también a abejas y otros insectos benéficos, así como a peces y aves.
Lo relevante es que todos los pesticidas químicos tienen alguna contraindicación y riesgos para la salud de las personas y otros seres vivos, pero a pesar de este hecho, se sigue utilizando con regularidad en distintos predios de nuestro país.
La falta de alternativas de control amigables con el medioambiente e inocuas para la salud de las personas, es una de las razones por la que se sigue utilizando gran cantidad de productos químicos en la agricultura.
Chile está entre los países con los más altos niveles de uso de pesticidas en el mundo. De hecho, pasó de utilizar 4,6 kilogramos de pesticidas por hectárea arable en 2005, según datos de la FAO, a un promedio de 10,7 kilogramos en 2009, superando ampliamente el promedio de la OCDE, que oscila en torno a los 0,21 kilogramos.
Una alternativa al uso de pesticidas químicos es la utilización de organismos que el controlan plagas y enfermedades, lo que se denomina control biológico. En este aspecto, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias en su centro regional INIA Quilamapu de Chillán, lleva varias décadas trabajando fuertemente en investigación y desarrollo de agentes de control biológico.
En el último tiempo, los investigadores del INIA se han enfocado a desarrollar productos comerciales, teniendo como agente base a hongos endófitos para el control biológico. Se trata de hongos microscópicos que se caracterizan por tener la capacidad de vivir al interior de las plantas y establecer una simbiosis con ella, lo que les permite vivir mejor y, a la vez, dar protección a la planta frente a plagas y enfermedades.
El trabajo con hongos endófitos, permitió la obtención en 2019 de tres productos inéditos en la agricultura, elaborados en base a mezclas de hongos endófitos nativos bajo el nombre de Endomix. Uno para el control de las principales enfermedades que afectan los cultivos y que están presentes en el suelo (Endomix T1), otro para el control del hongo Botrytis cinerea (Endomix B1) y un tercer producto (Endomix B4) para el control del diminuto insecto plaga “mosquita blanca”.

Fuente: INIA

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