Mientras el comercio crece en ventas pero no en ocupación, la construcción enfrenta una crisis que no ha podido repuntar.

El mercado laboral chileno no lo pasa bien, con una tasa de desempleo que se mantuvo en 8,7% en el trimestre mayo-julio, una desocupación femenina que se empinó a 9,7% y una tímida creación de empleos. Y en algunos sectores, incluso, de registra una destrucción de puestos de trabajo.

Eso es lo que sucede en industrias clave como el comercio y la construcción, las cuales volvieron a anotar caída en el empleo, destacando sobre todo el caso del comercio, que ya acumula diez trimestres consecutivos a la baja. La población ocupada en el comercio cayó 2,8% en el mencionado periodo, mientras que en la construcción el retroceso fue de 4,8%.

El golpe en el comercio: caída de empleos pese a mayor actividad Según Juna Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP (OCEC UDP), la destrucción de empleo en el sector comercio se concentra tanto en plazas formales como informales. «Al trimestre mayo-julio 2025 la rama comercio exhibe una destrucción anual de 27.124 empleos informales y 22.420 empleos formales», explicó.

La paradoja es que el comercio ha tenido un desempeño positivo en actividad. George Lever, gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), comentó al respecto que «el comercio ha tenido un buen año en términos de actividad. Las ventas minoristas han crecido en torno al 5% entre enero y julio y el total del comercio (incluyendo mayoristas), cerca de un 7%. Sin embargo, este dinamismo no se ha traducido en una mayor contratación neta. Por el contrario, el empleo sectorial ha caído más de un 2% en lo que va del año. Esta situación es similar a lo que observamos en la economía en general», profundizó. A juicio de Lever, el problema central radica en las regulaciones que elevan los costos laborales. «Un factor gravitante ha sido el aumento de nuevas regulaciones que encarecen la contratación, que afecta más intensamente a los sectores más intensivos en empleo, como el comercio», señaló. Junto a ello, agregó que los mayores costos se han originado en medidas como la Ley de 40 horas y «las sucesivas alzas del salario mínimo, muy por sobre los indicadores de productividad.

A contar del último mes, además, se suma el primer 1% de cotización provisional adicional de cargo de los empleadores». El gremio advirtió que esta rigidez no solo frena la contratación, sino que acelera la adopción de automatización y el crecimiento del comercio electrónico, que al ser menos intensivo en empleo no logra compensar las pérdidas. Por eso Lever propuso que para revertir esta situación «se requiere como punto de partida un ordenamiento de la agenda laboral del Estado, que tome en cuenta el impacto que las regulaciones recientes están teniendo no solo en el empleo del comercio, sino en el mercado laboral en general».

Construcción: un retroceso de más de una década
En la construcción el retroceso no es coyuntural, sino estructural, según los expertos. De acuerdo con Bravo, «en el caso de la construcción la caída anual de 35.421 empleos se debe a caída de 28.756 empleos formales y una disminución de 6.665 empleos informales». El economista recordó que «la rama construcción enfrenta una seria parálisis de empleo, exhibiendo un nivel de ocupados que es incluso menor que el observado hace una década. En efecto, al trimestre mayo-julio 2025 había 709.068 ocupados en esta rama, mientras que en mayo-julio 2015 la rama tenía 722.295 ocupados». La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) coincidió en el diagnóstico crítico.

Su presidente, Alfredo Echavarría, sostuvo a Emol que «efectivamente estamos en una grave crisis en el sector, lo que se refleja en las últimas cifras entregadas por el INE». Y añadió: «En el caso de la construcción, nuevamente hay una contracción de 4,8% en 12 meses. Actualmente 709.000 trabajadores se desempeñan en esta actividad, bastante lejos de los 890.000 que deberíamos tener». El dirigente gremial recordó que tras la pandemia el sector recuperó empleos, pero que «desde esa fecha, el bajo crecimiento económico y los bajísimos niveles de inversión en el sector, han significado continuos retrocesos, llegando a la extrema situación que tenemos hoy». Por ello, Echavarría manifestó que no es el momento de nuevas reformas que encarezcan la contratación, «como el proyecto que elimina el tope de indemnización por años de servicios o la idea de legislar sobre negociación ramal, entre otros».

Factores estructurales: salarios, costos y tecnología.
Para Cecilia Cifuentes, economista y docente del ESE Business School de la Universidad de los Andes, lo que ocurre en comercio y construcción no es un hecho aislado, sino una tendencia de largo aliento. «Efectivamente, en estos dos sectores se está dando un fenómeno de caída en la ocupación hace bastante tiempo, es una tendencia que lleva un bastante tiempo, y que yo creo que influyen varios factores, no es uno solo», advirtió. «Son los sectores que emplean en general a los trabajadores menos calificados», subrayó.

Agregó que «los mayores costos que vienen por la ley de 40 horas, incluso normativas como como la ley Karin, en el margen, también generan desincentivos a la contratación, porque generan un fenómeno de judicialización de relaciones laborales que termina siendo negativo». ¿Cómo se revierte? Tanto desde la academia como desde los gremios coinciden en que revertir la situación requiere más que crecimiento económico. Bravo sostuvo que «en la construcción no sólo basta con mayor crecimiento económico, sino que se requiere avanzar en otros aspectos como mejorar la certeza jurídica, generar un ambiente que facilite la realización de proyectos de inversión evitando retardos innecesarios, agilizando permisos, etc».

En paralelo, para el comercio propuso «avanzar en cuanto a seguridad, facilitar el emprendimiento reduciendo fuertemente los costos de formalización, entre otros». Cifuentes, en tanto, advirtió que mientras la actividad en comercio y agricultura crece sin traducirse en empleo, la construcción enfrenta el desafío adicional de una paralización estructural. Lever y Echavarría, desde los gremios, llamaron a replantear la agenda laboral y fomentar incentivos a la inversión para evitar que los efectos de la crisis se sigan profundizando.

Fuente: Emol.com