Una niña de tres años, identificada con las iniciales E.P.D., falleció en el trayecto entre Calbuco y Puerto Montt luego de no recibir atención médica oportuna, pese a haber sido llevada en dos ocasiones al Hospital de Calbuco. La menor fue enviada de vuelta a su domicilio el lunes 12 y el martes 13 de mayo, sin ser derivada ni hospitalizada, y murió en brazos de su madre mientras ambas viajaban en un bus que intentaba llevarla de urgencia a un centro de mayor complejidad.
Este desgarrador hecho ha causado profunda conmoción en la comuna y ha reabierto una herida conocida pero no resuelta: la grave crisis del sistema de salud local. Calbuco presenta una de las tasas de mortalidad infantil más altas del país. Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, en 2024 la comuna registró 8,3 muertes infantiles por cada 1.000 nacidos vivos, muy por sobre el promedio nacional (5,6) y el regional de Los Lagos (5,5).
La indignación ciudadana no tardó en manifestarse, de hecho, el alcalde Marco Silva se refirió a los hechos.
El edil exigió la renuncia inmediata del director del Hospital de Calbuco, Diego Alonso, acusándolo de negligencia y falta de liderazgo. “No podemos permitir que en Calbuco se sigan perdiendo vidas por la precaria atención médica que hoy tenemos. Nuestra comunidad está dolida y exige justicia. He solicitado la destitución del director del hospital porque aquí se actuó tarde y mal. No más indiferencia con nuestra gente”, afirmó el jefe comunal.
Silva también lanzó duras críticas contra la directora del Servicio de Salud del Reloncaví, Bárbara del Pino, quien hace un mes encabezó la inauguración de un mamógrafo y presentó a Calbuco como un centro de mediana complejidad. “¿De qué sirve una distinción cuando no tenemos ni siquiera un pediatra? La gente muere esperando atención. Basta de promesas incumplidas”, sentenció.
Los datos respaldan el descontento: Calbuco no solo carece de pediatras e internistas permanentes, sino que además enfrenta graves problemas estructurales. En 2023, el 53,7% de la población vivía en hogares sin acceso a servicios básicos, y el 11,9% en condiciones de hacinamiento. Una combinación explosiva que sigue cobrando vidas, como la de E.P.D.
La familia de la menor exige justicia y acciones concretas. “No descansaremos hasta que Calbuco tenga un pediatra. Mi hija no debió morir. Queremos que esto no le vuelva a pasar a ningún niño”, declaró con firmeza Nancy Soto, abuela de la niña fallecida.
Desde el Hospital de Calbuco, en tanto, se limitaron a entregar condolencias a la familia, confirmando que la menor fue atendida en ese recinto y que posteriormente fue llevada directamente al Hospital de Puerto Montt. Añadieron que han solicitado una auditoría clínica externa a la Dirección del Servicio de Salud Del Reloncaví para esclarecer lo ocurrido. “Estamos recabando todos los antecedentes posibles de momento”, indicaron en una breve declaración.
El municipio de Calbuco, por su parte, comprometió apoyo legal a la familia y exigió una auditoría externa independiente para determinar responsabilidades. La comunidad, mientras tanto, sigue exigiendo respuestas y clamando por un sistema de salud que no abandone a sus hijos.