Fueron los conductores de la Línea 7 de microbuses de Osorno, que opera entre los sectores de Francke y Maximiliano Kolbe, quienes, sin alertar a los vecinos, detuvieron la operación durante la mañana de este miércoles debido a lo poco rentable que estaba siendo para ellos funcionar con la variante 7A que va hasta el Hospital durante los fines de semana, dada la disminución de usuarios en esos días respecto del resto de la semana.
La consecuencia es directa para los bolsillos de los conductores, quienes tienen un sueldo base, pero que se incremente con los boletos que cortan durante los días de trabajo, por lo que los operadores de varias líneas en Osorno han planteado que aumente la tarifa en la comuna, la que asciende a $400 para todo público y a $200 para adultos mayores y escolares.
Sin embargo, el plan Chile Apoya del gobierno estableció como una de sus primeras medidas el congelamiento de las tarifas del transporte público durante 2022 a todo aquel sistema regulado del país, como es el caso de Osorno. El seremi de Transportes, Pablo Joost, descartó un alza en el pasaje, y aseguró que se están realizando los pagos retroactivos de los subsidios del Perímetro de Exclusión.
Carlos Huichaqueo, representante técnico y asesor de la Sociedad de Transportes Francke Kolbe de Osorno, indicó que esperan que la próxima semana se les indiquen los montos compensatorios para dar solución al conflicto.
Eso sí, el seremi Pablo Joost aclaró que la fórmula de corte de boletos es propia de cada empresa y no pueden intervenir en los contratos entre los empresarios y los conductores, además de asegurar que esperarán las propuestas de operaciones que mejorarían el servicio por parte de los mismos representantes.
Ante la paralización de operaciones de la Línea 7, Joost indicó que se exponen a sanciones y multas directas a la subvención que se le entrega a la empresa, dado que no prestaron el servicio que, por contrato, deben brindar a la comunidad osornina, al que se vio afectada.
