En Puerto Varas, el concejal Juan Patricio Godoy (Ind.-Evópoli) protagonizó una insólita contradicción: presentó una licencia médica por faringobronquitis —dolor de garganta— y, pese a ello, participó sin problema alguno en un festival de canto en Caldera en la Región de Atacama.

La Contraloría General de Los Lagos reveló que el certificado fue presentado únicamente para justificar su ausencia en una sesión del concejo y así recibir íntegra su dieta de $1.020.911 correspondiente a mayo de 2024.

El dictamen del ente fiscalizador fue claro: el edil vulneró el principio de probidad administrativa. Al respecto, el edil aludido presentó sus descargos.

A pesar de la gravedad del caso, la Comisión de Ética del concejo municipal decidió no aplicar sanciones. Mientras tanto, la ciudadanía se queda con la nota aguda de una polémica que desafina con los valores del servicio público.